top of page

Cómo realizar el Logotipo de tu Empresa


Estás iniciando tu aventura de emprendimiento? ¿Necesitas crear una imagen adecuada para tu empresa? Aquí van cuatro consejos que te serán muy útiles a la hora de conseguir que transmitas de forma eficaz el espíritu más adecuado; ten por seguro que este factor incidirá directamente en tus ventas.


1.- Contrata a un Profesional


No, no sirve como logotipo ese dibujito tan salado que te ha hecho tu sobrino. O el que has hecho tú, por muy orgulloso que estés de ello. Tampoco es aconsejable recurrir a esas empresas que te ofrecen por Internet unos “logotipos” hechos en serie, con poco más que un pictograma de banco de imágenes. Contrata a un buen profesional porque sabrá realizar esta labor de una forma seria, creativa y original. Pero antes, consulta a varios diseñadores y pide que te enseñen los portfolios con sus trabajos.


Pues vaya consejo ¿no? Lo pongo todo en manos de un profesional y ya está.


Efetivamente, pero no nos vamos a quedar ahí. Puede que no tengas talento gráfico para hacer la “O” con un canuto, pero aún así te voy a dar varias indicaciones para que sepas los pasos que hay que seguir en la creación de tu marca; ten en cuenta que va a ser la carta de presentación que te acompañará en toda tu aventura.


2.- Elije el Nombre (Naming)


A la hora de elegir el nombre de tu empresa, debes tener en cuenta una serie de aspectos:


a.- Debe tener relación, de alguna manera, con la actividad que desarrolla tu empresa;


b.- Debe ser un nombre original, que todavía no esté registrado en la Oficina de Patentes y Marcas, al menos en tu sector de actividad;


c.- Debes tener en cuenta cuál va a ser el público al que te quieres dirigir; seguro que tu nombre es muy fardón, pero puede que “Melones New York” no sea muy apropiado para vender tu producto.


d.- Debe ser corto, sonar bien, ser fácilmente pronunciable y entendible.


e.- Cuidado: si eliges un nombre en otro idioma, cuida de no cometer faltas ortográficas o gramaticales; a menos que lo hagas conscientemente, claro está.


Por supuesto, revisa el significado real y coloquial del nombre, no sea que resulte cómico u ofensivo en el idioma elegido.


¿Sabes que a los habitantes anglófonos de Norteamérica les encantan los nombres en español? Les suenan agradables y exóticos, como aquí los nombres en inglés. Mi consejo es que, si puedes, evites los nombres en inglés; es una costumbre demasiado extendida y muy poco original, en la actualidad … y ya desde hace mucho tiempo. Recuerda, además, el punto “c”.


3.- Elección del símbolo, los colores y las tipografías


El símbolo debe estar, de una forma u otra, relacionado con la actividad que realiza tu empresa; puede ser más alegórico o tener un significado más directo, pero procura que conserve siempre la coherencia con aquello que quieres vender.


Por otra parte, desde la introducción del comercio digital a través de Internet, ha caído la antigua norma por la cual era mejor realizar un logotipo en uno o dos colores, a lo sumo, dado que de esta forma sería más sencilla su reproducción en imprenta.


La cuestión es que aquella norma se impuso también porque, cuantos más colores tiene un logotipo, suele ocurrir que resulta más difícil de interpretar por el público de un solo vistazo; por lo tanto, suele ser más difícil de recordar.


En lo que respecta a las tipografías, se aplica la misma regla, para tu logotipo y para cualquier documento o publicidad que edite tu empresa: lo mejor es que utilices un máximo de dos tipografías diferentes. Hay que evitar que aquello se parezca a un circo de tres pistas, para otorgar solvencia suficiente a tu imagen.


4.- La Implantación de tu Imagen


Tan importante como el diseño de tu logotipo, es la implantación. Es decir, la aplicación que hagas de tu identidad visual. En este caso, sin embargo, se impone la regla contraria; si en diseño prima la creatividad, la implantación debe ser, por el contrario, de una rigidez militar. Tu imagen debe aplicarse siempre de la misma manera, ya se inserte en el soporte que sea. Es por esto que al diseñador debes pedirle un pequeño manual de implantación; de esta forma, tú, tus socios o cualquiera de tus empleados sabrá siempre usar tu logotipo de forma correcta, además de cómo no usarlo.


¿Qué se consigue, con esto? Que, al cabo de cierto tiempo de exposición al mercado, tu imagen sea reconocible de un vistazo, aumentando de esta manera la eficacia de tu comunicación corporativa.


Ahí es ná.


Posts Recientes 
Búscame en:
  • Facebook Clean
  • Twitter limpio
Búsqueda por Etiquetas
No hay tags aún.
bottom of page