El Futuro: Cómo desarrollar un nuevo tipo de Comunicación
- auroiablog
- 31 mar 2016
- 3 Min. de lectura

En anteriores artículos ya me he referido a la Comunicación No Simbólica (ver enlaces al final del texto), por lo que hoy voy a mostrar cómo puede llegar a funcionar ésta de una forma más gráfica.
Tenemos por Comunicación No Simbólica (CNS) aquella que no precisa de símbolos para transmitir mensajes, al contrario que el lenguaje hablado o escrito. ¿Cómo sería posible esto? Bien, si hacemos un pequeño esfuerzo mental para salir de un entorno saturado de símbolos desde que nacemos, nos daremos cuenta que el lenguaje no es más que un sustituto, un vehículo donde transportar nuestros pensamientos desde nuestra mente hacia otras personas. El problema es que, dado que el lenguaje se basa en un código acordado por consenso entre todos sus hablantes, es ambiguo por naturaleza y susceptible de continuas interpretaciones erróneas, que generan innumerables conflictos.
Por el contrario, una vez desarrollada la CNS, el emisor de cualquier mensaje tendría la seguridad de emitir un mensaje tal y como él quiere emitirlo, sin utilizar palabra alguna, pues no necesitaría vehículo simbólico alguno para transmitir sus pensamientos, ya que la comunicación entre una mente y otra sería mucho más directa.
Para explicar esto tomemos el esquema clásico de la Comunicación a través de un lenguaje de signos:
Código
Emisor > Canal > Mensaje > Receptor
Contexto
Donde emisor y receptor comparten un código común (el lenguaje), un canal a través del cual se transmite el mensaje y un contexto (el referente, el tema sobre el que se habla).
Pues bien, en la CNS, transmitiríamos nuestros pensamientos a través de su registro mediante técnicas neurocientíficas (una tecnología que ya existe, como la resonancia magnética) digitalizando esos registros después para poder emitirlos. Un problema conceptual que surge de forma inmediata es el siguiente: el lenguaje simbólico nos ha sido útil hasta ahora por su capacidad de condensación de conceptos, si bien es esta misma capacidad una de los responsables de la ambigüedad que lleva a errores de interpretación; cuanta menos información en un mensaje, más posibilidad de error. La cuestión es que la transmisión directa de pensamientos (sin símbolos ni condensación) podría ser inasumible desde dos aspectos: la cantidad desbordante de información transmitida y laausencia de significado de ésta.
Cualquiera de los dos casos se verá solventado por un simple factor: la selección de la información emitida por parte del emisor. El significado de cualquier mensaje viene dado por dos factores: el foco que dirigimos hacia un objeto del contexto (esto es, la relevanciade los datos) y las emociones (la implicación emotiva que produce dicho objeto). Por tanto, no se trata de emitir pensamientos de forma completamente objetiva, ya que carecerían de significado, sino de que el emisor construya un mensaje mucho más cercano a sus deseos, más allá de sus limitaciones socio-culturales o incluso fisiológicas. El receptor podría tomar mejor o peor dicho mensaje, pero aumentaría considerablemente la certidumbre entre las partes sobre que el contenido es el que realmente se ha querido emitir.
Podemos comprobar cuál sería el esquema de la CNS en la imagen adjunta:
El pensamiento del emisor, basado en un contexto previo, en sus valores, experiencia y percepción, se vería registrado y digitalizado (1), después se debería almacenar en una “memoria de trabajo”(2) para poder matizarlo y completarlo y, por último, pasaría por unaválvula o bypass (3), encargada de regular automáticamente el tráfico con el interlocutor,para no superponer mensajes con respuestas, dado que cada mensaje emitido podría ser, en principio, una experiencia sensorial que inundaría buena parte de la mente del receptor. Si bien es cierto que el elemento 2 podría eliminarse al aumentar el uso y la práctica con esta tecnología por parte del usuario, cuando un individuo fuese capaz de completar en su mente, por sí mismo, ideas cada vez más complejas (actualmente las completamos sobre la marcha, utilizando palabras). Además, el elemento 3 también podría ser prescindible en el caso de que los interlocutores gozaran de una confianza máxima, pudiendo compartir, completar y matizar de forma conjunta y simultánea ideas, recuerdos, emociones, etc.
¿Puedes imaginar comunicándote con un alemán, un australiano o un japonés sin conocer sus idiomas y sin necesidad de intérpretes? ¿Puedes imaginar a un sordomudo de nacimiento, comunicándose con individuos oyentes sin utilizar el lenguaje de señas?
ENLACES:
“La próxima revolución”:
“Cómo surgen nuestros pensamientos”:
“Seis claves para vislumbrar cómo será Facebook dentro de 10 años”:
“Reconstrucción de la Visión”
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