La Sobriedad es tu aliada

¿Eres emprendedor/a? ¿Estás montando tu propio negocio, pero tus medios son muy limitados?

Bien, no te queda más remedio que hacer virtud de esa escasez. Por otra parte, asumir y adoptar en tu empresa la cultura de la Sobriedad puede resultar muy positivo de cara a tus clientes,proveedores, incluso de cara a ti mismo: pocas cosas hay más satisfactorias para un emprendedor que encontrar una forma creativa, nueva y económica de hacer las cosas.

Sobriedad significa gestión eficaz, un aspecto de la cultura empresarial que los demás podrán interpretar como extensible a todo tu negocio. Si presentas esa sobriedad de una forma correcta, sin aspavientos y con naturalidad, mostrará a los clientes una diferencia sustancial de tu empresa con esa peligrosa tendencia corporativa que todos hemos podido presenciar en los últimos lustros: hacer ostentación ante los clientes, para luego recargar los costes de esa ostentación sobre sus facturas, en cuentas desorbitadas.

En tu caso, como emprendedor de pocos recursos no te queda otra: comenzar tu negocio reduciendo los costes al máximo. Siguiendo esta línea, deberás afilar el ingenio para obtener soluciones ágiles en la gestión de tu empresa, tu producto y tus clientes; no olvides que sobriedad puede ser un buen sinónimo de agilidad, de flexibilidad... valores muy positivos de cara al exterior.

Puede que debas montar tu negocio inicial en un local muy pequeño, o en tu propio domicilio; puede que debas comprar aparatos de segunda mano; puede que tu inversión monetaria en publicidad sea ínfima o nula (lo que no significa que no puedas hacer una excelente promoción de tu producto); sin embargo, debes tener siempre muy presente que uno de los principales factores para el éxito de tu negocio no es deslumbrar al cliente con tus instalaciones, sino conseguir su satisfacción.

Convierte la Sobriedad en un ejercicio de estilo.

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